Cómo veíamos en una entrada anterior, la desafección política es una actitud negativa de la ciudadanía que combina baja evaluación hacia las autoridades e instituciones democráticas, alta desconfianza, bajo interés y percepción de eficacia frente a todo lo político1 y que, ciertamente, está asociada a la baja participación electoral. Este es un fenómeno global, pero los niveles registrados en Chile son particularmente críticos incluso en el contexto latinoamericano desde hace un buen tiempo 2. Algunas estadísticas para recordar que aquí tenemos un problema crónico: solo un 6% de la población declara un alto interés por la política (CEP 2019) y somos unos de los países con menor identificación partidaria (Pew Research Center, 2018).
Además, en nuestro estudio cualitativo surgió como temática la incertidumbre respecto al futuro del país, que se puede relacionar con una falta de información que permita anticipar este futuro. El escenario chileno actual se encuentra dominado no sólo por lo efectos de una pandemia que nos acompaña hace ya más de un año, debemos también considerar los diversos procesos electorales que pueblan el año 2021, el proceso de discusión constitucional tras las movilizaciones de 2019 y, particularmente, el impacto transversal de los eventos referidos en la situación económica del país. El concepto capaz de dar cuenta de este complejo escenario es, para las y los participantes del estudio cualitativo, el de incertidumbre:
«Sí, en verdad yo encuentro que se ve bastante complicado con todo este tema de la pandemia, con el tema de lo del gobierno, de las elecciones que se vienen, es muy ¿cómo se podría decir? Mucha incertidumbre», (mujer, 22 años, GSE bajo, RM).
En este contexto, queremos profundizar en la eficacia interna de los ciudadanos, viendo las diferencias que se producen entre grupos sociodemográficos e identidades políticas. Recordemos que la eficacia interna o competencia subjetiva puede entenderse como la confianza de un individuo en sus propias habilidades para comprender la política y actuar políticamente 3. En la encuesta que analizamos acá, esta dimensión se mide por medio de una pregunta sobre el nivel de acuerdo con la afirmación “Pienso que la mayoría de la gente en Chile está mejor informada que yo sobre política y los asuntos públicos”, que se vincula además, al grado de involucramiento político.
Como indica el Gráfico 1, la eficacia interna varía en forma significativa –con un 95% de confianza– entre géneros: las mujeres se perciben con menos eficacia interna (40%) que los hombres (32%).
El Gráfico 2, a su vez, separa los resultados por grupos de edad. Existen diferencias significativas en la proporción de encuestados que reporta baja efectividad entre los mayores de 55 años (42%) y los menores de 35 años (31%).
La educación también se relaciona con la eficacia interna que reportan los encuestados, como se aprecia en el Gráfico 3: las personas con solo educación escolar (40%-45%) reportan significativamente menos eficacia que los con educación superior completa o más (23%).
Finalmente, como indica el Gráfico 4, quienes tienen alguna identificación política –sea de izquierda o derecha– declaran una alta eficacia política interna (43% y 45%, respectivamente), mientras que la mayor parte de las personas que no reportan posición política (un 11% del total de la muestra) están en el grupo de baja eficacia política interna (47%). Es decir, quienes están menos identificados con el clivaje tradicional de la política chilena se consideran significativamente menos informados que aquellos que sí se posicionan.
La eficacia interna, como hemos visto, tiene que ver con qué tan informadas se consideran las personas respecto a la política y los asuntos públicos. Aun si se consideran más bien informados –como sucede con mayor frecuencia en los grupos de mayor educación, quienes tienen identificación política, y son más jóvenes–, los ciudadanos no necesariamente sentirán que el sistema político es receptivo a sus demandas, que ellos pueden influir, o que los partidos políticos son capaces de canalizar sus inquietudes. Las actitudes de los encuestados respecto a estas otras dimensiones de la desafección serán abordadas en futuras entradas y también pueden revisarse en el documento completo de nuestro estudio.