La dinámica política chilena está experimentando un cambio notable con la creciente influencia de los votantes inmigrantes. Aunque históricamente su participación en las urnas ha sido moderada, recientes tendencias, que surgen a partir de la obligatoriedad del voto, indican un cambio potencialmente significativo.
En el plebiscito constitucional de septiembre de 2022, se evidenció un aumento de la participación electoral de los inmigrantes: un 61% de los 514.628 inscritos acudió a las urnas, con destacada presencia de venezolanos y peruanos, 79 y 70% de los inscritos, respectivamente. Sin embargo, esta cifra contrasta con el 86% de participación de los chilenos, sugiriendo barreras o desinterés político entre los inmigrantes.
En efecto, una encuesta que realizamos en LEAS-UAI junto a Andrés Scherman en 2022 –una de las pocas con carácter probabilístico y, por eso, representativa de la población inmigrante que hay en nuestro país– revela que un 66% de los inmigrantes muestra poco o nulo interés en la política local, siendo más marcado entre bolivianos y haitianos, mientras que colombianos y venezolanos muestran mayor interés.
Interesantemente, la encuesta revela también que el 46% de los inmigrantes no se alinea en el espectro político izquierda-derecha, una proporción significativamente mayor que entre los chilenos. Además, la identificación con la izquierda entre los inmigrantes es notablemente baja. Estas diferencias se producen principalmente porque los haitianos no tienden a identificarse con el eje izquierda-derecha y los venezolanos, el grupo más grande de inmigrantes, tienden a posicionarse algo más hacia la derecha.
Adicionalmente, la encuesta antes citada muestra que un 38% de los inmigrantes en Chile está de acuerdo con que el Gobierno restrinja el ingreso de nuevos inmigrantes al país y un 28% en desacuerdo, con diferencias significativas según país de origen.
De cara al plebiscito del 17 de diciembre, donde 676.028 inmigrantes estarán habilitados para votar, me parece probable que estos tiendan a votar a favor del nuevo texto constitucional. Esta proyección se basa en los países de origen de este grupo, su orientación ideológica y su postura respecto a la imposición de restricciones a la inmigración. No obstante, considerando las tendencias actuales de las encuestas, que muestran a la opción “En contra” imponiéndose por amplio margen, parece poco probable que el voto inmigrante sea un factor decisivo en el resultado del plebiscito. Sin embargo, es importante no subestimar la potencial influencia de este grupo, especialmente si la brecha en las preferencias electorales se reduce conforme se acerca la fecha del plebiscito.
Importante de destacar es la tendencia a largo plazo. Con el creciente número de inmigrantes adquiriendo derecho a voto, su influencia podría ser mucho más marcada en futuros procesos electorales.