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Pluralismo

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Desde la perspectiva del ejercicio ciudadano, el consumo y creación de información por parte de las personas es un pilar fundamental para la participación en los asuntos públicos. Ahora bien, en el caso de los grupos más jóvenes, este involucramiento toma formas y expresiones distintas, dado que están inmersos en un sistema informativo constituido por múltiples actores y canales, donde abunda la información y las posibilidades para crear y poner en circulación contenidos (propios y de terceros) a cualquier escala. En este contexto, la discusión sobre el pluralismo adquiere nuevos matices, que no tienen que ver con la libre expresión de ideas y corrientes solamente, sino también con cómo los diferentes tipos de audiencias se informan sobre los tópicos que les afectan y les interesan.

Esta preocupación se vuelve central especialmente para los adolescentes actuales, cuyos procesos de socialización están inéditamente mediatizados a través de internet. Esto plantea importantes desafíos desde la perspectiva de la alfabetización mediática digital y la formación ciudadana de los más jóvenes.

A diferencia de un sistema informativo convencional, donde la prensa determinaba centralmente los flujos informativos en su función de “gatekeeper” –relevando lo importante de lo que no es–, en un ambiente mediático digital, nuevos actores –humanos y no humanos– también inciden en la selección y jerarquización de los contenidos informativos a los que las personas se ven expuestos. Se trata de nuevas corrientes de información que se entrecruzan y se vuelven dependientes entre sí. Estos aspectos relevan la importancia de los “flujos de curatoría” de información, estos son, los procesos de producción, selección, filtro, relevancia y enmarcamiento de contenidos, que son definidos por una variedad de actores –no solo los productores de noticias convencionales como los medios masivos–, sino también por usuarios líderes de opinión emergentes o influencers, amigos y contactos sociales, la publicidad y los algoritmos computacionales.

En estos flujos converge información sobre asuntos públicos y privados, donde convergen las esferas pública y privada, haciéndose borrosas las distinciones entre ciudadanos y consumidores. Detectar la competencia, intersección y superposición de estos flujos es crucial para entender no solo las consecuencias de la exposición mediática en la vida cotidiana de las personas, sino también su relación con las nuevas formas de participación política y ejercicio de la ciudadanía –desde la expresión de ideas y opiniones en espacios digitales, hasta la protesta en espacios públicos–, todas ellas prácticas que redefinen los procesos de construcción de agenda mediática y de formación de la opinión pública.

La metodología para atender el fenómeno es mixta: combina investigación cualitativa y cuantitativa, e involucra una encuesta probabilística de actitudes y prácticas informativas para alumnos de enseñanza media (de primero a tercero medio) de la Región Metropolitana y la Quinta Región.

En ese contexto, trazar las actitudes y prácticas informativas de las personas se vuelve aún más relevante, especialmente en el caso de los adolescentes (entre 14 y 17 años), un grupo en etapa de formación ciudadana, inmersos en un ecosistema mediático complejo y sobreabundante en información. Si bien resulta crucial conocer sus prácticas de consumo, creación y circulación de contenidos, más importante aún es identificar y comprender sus predisposiciones frente a los “flujos de curatoría” en los que están inmersos.

En este proyecto, nos interesa analizar las percepciones y criterios de discernimiento de los adolescentes, respecto a la relevancia, calidad y credibilidad de la información a la que se ven expuestos en el ecosistema mediático actual. La metodología para atender el fenómeno es mixta: combina investigación cualitativa y cuantitativa, e involucra una encuesta probabilística de actitudes y prácticas informativas para alumnos de enseñanza media (de primero a tercero medio) de la Región Metropolitana y la Quinta Región.

El proyecto está a cargo de Arturo Arriagada, Profesor Asociado de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo (ECP) de la Universidad Adolfo Ibáñez. Participan también la decana de la ECP de la UAI, Magdalena Browne, los académicos de la misma escuela, Carmina Rodríguez y Luis Enrique Santana, y el director de LEAS, Ricardo González.

Este proyecto fue uno de los ganadores del IX concurso del Fondo de Estudios sobre el Pluralismo en el Sistema Informativo Nacional.

Los resultados de la investigación cuantitativa estarán disponibles en 2021.