¿Valores en crisis, o crisis de los valores?
Las personas tienen un sentido intuitivo sobre lo que es correcto y lo que no, sobre lo que es justificable y lo que no. Estos valores morales determinan cómo se juzga a otras personas y ciertas situaciones, por lo tanto, cómo se comportan en los entornos sociales. A nivel país, ellos guían la senda del desarrollo.
Una investigación previa, sostiene que los valores morales de las personas toman forma durante el proceso de socialización, esto es hasta los 25 años. Los valores morales internalizados para entonces son relativamente estables por el resto de sus vidas. Por lo tanto, el cambio de los valores a nivel social ocurre lentamente, cuando las generaciones antiguas ceden su lugar a las nuevas, con una pauta distinta.
La actual pandemia ofrece una oportunidad verdaderamente única, para estudiar cómo se comportan los valores morales de las personas en tiempos de crisis.
El coronavirus ha tenido impacto de escala mundial, progresa a gran velocidad y restringe severamente la vida diaria de miles de millones de personas en todo el mundo. Esta pandemia ofrece una oportunidad verdaderamente única para estudiar cómo se comportan esos valores en situaciones de crisis.
Una hipótesis postula que las ansiedades existenciales que aparecen repentinamente provocan cambios de valores de modo que llevaría a las personas a poner mayor énfasis en la seguridad, el orden, la autoridad, la uniformidad y el conformismo. Como resultado, la confianza en los desconocidos, la tolerancia a la diversidad y la solidaridad hacia otros grupos podrían verse afectados. En términos políticos, el autoritarismo gana atractivo.
Otra hipótesis postula que la misma universalidad inherente a la amenaza de la pandemia fortalece un sentido generalizado de humanidad en las personas. En este caso, la confianza en desconocidos, la tolerancia a la diversidad y la solidaridad hacia otros grupos podrían aumentar y, por lo tanto, disminuir el atractivo del autoritarismo.
Como tercera posibilidad, podrían coexistir ambas hipótesis, pero afectando a diferentes grupos de personas. Si ello fuera cierto, podríamos estar frente a una polarización cultural y eso aumentaría el potencial disruptivo del conflicto valórico.
Un equipo internacional de académicos, liderados por el profesor Dr. Christian Welzel (Universidad de Leuphana, Lueneburg), está organizando un estudio longitudinal -una encuesta que sigue a los mismos individuos durante el desarrollo de la pandemia- con el objeto de responder las preguntas descritas. En particular, el proyecto considera tres mediciones: la primera será durante la pandemia, la segunda poco después de que esta cese y la tercera aproximadamente un año a partir de la primera medición. A la fecha, este estudio se está realizando en Austria, Alemania, Brasil, Corea del Sur, Chile, China, Georgia, Grecia, Hong Kong, India, Italia, Japón, Maldivas, los Países Bajos, Polonia, el Reino Unido, Rusia, Suecia, Estados Unidos y Taiwán. En Chile, la aplicación estará a cargo del Laboratorio de Encuestas y Análisis Social (LEAS), dependiente de la Escuela de Comunicaciones y Periodismo UAI.
Este estudio nos permitirá responder preguntas como ¿la pandemia afectará los valores de los chilenos? En caso afirmativo, ¿qué tan masivos serán estos cambios? Y, si son masivos, ¿en qué dirección se moverán? Finalmente, ¿cuán duraderos serán estos cambios? ¿Cómo se comparan esos cambios con los observados en otros países producto de la pandemia?