El uso de redes digitales fue una de las actividades que más frecuentemente los adolescentes realizaron en su tiempo libre durante el primer semestre de 2021, como vimos en una entrada anterior, pero ¿las usan para informarse? La encuesta realizada en el marco del estudio “Flujos de curatoría informativa en adolescentes” llevado a cabo por la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la UAI y financiado por ANID (PLU190014) también permite indagar sobre el asunto. Esta encuesta se aplicó a 2.684 adolescentes, con edades entre 14 y 17 años, provenientes de establecimientos educacionales seleccionados al azar de las regiones Metropolitana y Valparaíso, durante el primer semestre de 2021.
Como muestra el siguiente gráfico, elaborado a partir de las cifras de la encuesta, Instagram es la plataforma más utilizada como fuente de información y noticias para este grupo de jóvenes, ya que 47% de los adolescentes entrevistados dice utilizar esa plataforma casi todos los días o más durante la semana. Ello es consecuente con la alta frecuencia que reportan los jóvenes encuestados de uso de esta plataforma (ver entrada anterior). Luego, le sigue la televisión con distancia (33%), cifra similar al 31% que reporta ver televisión casi todos los días o más. Más atrás, aparecen YouTube, TikTok y WhatsApp, plataformas que alrededor de un cuarto de los adolescentes encuestados –27, 25 y 23%, respectivamente– declaró utilizar casi todos los días o más en la semana anterior a la entrevista. En contraste, los medios menos utilizados por esta muestra de escolares son Twitter, los portales de noticias, Facebook, las radios y los diarios y revistas.
Durante los últimos ocho años, el cambio más importante en esta materia ocurrió con Facebook, que pasó de ser la plataforma más utilizada por los escolares de media chilenos a ser una de las menos utilizadas hoy.1 Otro cambio relevante es que la televisión se constituye como la segunda fuente informativa para los adolescentes, lugar que ocupaba YouTube por entonces. Por otra parte, los portales de noticias, diarios y revistas siguen siendo poco utilizados por los escolares de educación media chilenos, tal cual como ocurría diez años atrás. Si bien las plataformas específicas que se usan pueden cambiar respecto a los adolescentes de hace una década, el uso de alguna red social como fuente informativa sigue siendo más frecuente que el de portales de noticias, diarios y revistas, o radio – donde los medios tradicionales dominan los procesos de curatoría. En contraste, en las redes sociales (aunque la red social específica cambie en el tiempo), los procesos de curatoría informativa se dan no sólo en base a criterios profesionales y periodísticos (porque los medios tradicionales también difunden su contenido por plataformas digitales) sino también en base a algoritmos, al consumo personal y de cercanos, y a través de medios emergentes y alternativos.
Por otro lado, observamos diferencias estadísticamente significativas por educación de los padres, que utilizamos como proxy de nivel socioeconómico. El consumo informativo vía portales de noticias, radios y Twitter tiende a ser más alto en adolescentes cuyos dos padres pasaron por la educación superior, en contraste a jóvenes en que uno de los padres pasó por la educación superior o ninguno lo hizo. Por el contrario, el uso informativo de Facebook y WhatsApp tiende a ser más frecuente en escolares cuyos padres no pasaron por la educación superior.
Por último, también notamos que el consumo informativo de medios tradicionales y sociales varía significativamente, en términos estadísticos, por el nivel que cursan los estudiantes. En efecto, el uso informativo de radios, Facebook e Instagram es más frecuente en estudiantes que cursan tercero medio que en aquellos que cursan niveles inferiores. Todo lo contrario se observa en el uso informativo de TikTok, el cual es más frecuente en estudiantes que cursan primero medio que en aquellos que cursan niveles superiores. Al igual que la disminución en el uso de Facebook en los últimos años, este dato sugiere que el espacio informativo digital es dinámico y cambiante: una plataforma dominante en un momento dado puede ser fácilmente reemplazada en el tiempo o las nuevas generaciones pueden preferir otras plataformas.
Pese a lo anterior, en términos generales, las plataformas digitales siguen predominando sobre la mayoría de las fuentes tradicionales, a excepción de la televisión, que en los grupos focales emerge como un consumo incidental, una suerte de “ruido de fondo”:
En mi caso en la mañana nos levantamos a distintas horas y en el almuerzo hablamos entre nosotros, no aprendemos la tele. En la tarde cada uno se va para su lado, entonces no es que nos quedemos a una hora fija para ver televisión. Sí hay veces que prendemos la tele y ponemos las noticias para tener ruido en el ambiente” (Mujer, RM, colegio municipal).
En mi familia tenemos la costumbre de tener la tele de fondo cuando comemos. No es que veamos la tele, sino que conversamos u opinamos de las noticias, lo cual es bastante sano porque intercambiamos ideas” (Hombre, RM, colegio particular subvencionado).
Independientemente de estas diferencias en la frecuencia de consumo informativo por distintas plataformas, también constatamos que los adolescentes reciben sus noticias de una diversidad de fuentes y no solo de la que usan con más frecuencia. Podemos afirmar que su entorno informativo es híbrido y multimedial, como se evidencia en el siguiente gráfico a continuación. En esta pregunta, sobre la forma de acceso a la última noticia concreta recordada (pregunta hecha anteriormente en el cuestionario), vemos que para 60% de los jóvenes los medios tradicionales son una forma de acceder a noticias; le sigue de cerca los familiares y amigos en redes sociales (58%) y las redes sociales en general al ingresar a su perfil (55%). Por otro lado, las formas menos comunes de acceso son las alertas de noticias (14%) y el ingreso directo a un portal dedicado de noticias (18%). En contraste a los familiares y amigos en las redes, las personas que el encuestado no conoce personalmente pero que sigue (influencers, YouTubers) son mencionadas como fuente noticiosa solo por uno de cada cuatro escolares.
Estos datos permiten afirmar que los grupos más jóvenes de la población están inmersos en un ecosistema mediático complejo y sobreabundante en información, ya no solo integrado solo por un ciclo de noticias dominado por profesionales de la información, sino también por pares y otras personas comunes a través de redes sociales.2 Para ver más detalles y análisis respecto a este ecosistema que podríamos llamar híbrido, revisa el documento adjunto a esta entrada.