La democracia requiere de una ciudadanía informada, lo que a su vez depende de que los ciudadanos puedan confiar en la información que reciben de un sistema de medios de información, cuya principal característica hoy es su mixtura, ya que se encuentra integrado por medios tradicionales como la radio, la televisión y la prensa escrita, y la multiplicación de medios digitales. Si no pueden confiar en el conocimiento que entregan los medios, se vuelve difícil para los ciudadanos sostener una idea de “lo público” como entidad colectiva con intereses compartidos.1 En ese sentido, la confianza en un sistema de medios de comunicación es fundamental para el desarrollo democrático y el pluralismo del sistema informativo.
En una entrada anterior, decíamos antes que Chile muestra una caída sostenida de la confianza de la población adulta en las instituciones, las empresas, las iglesias, las policías y las Fuerzas Armadas. Los medios de comunicación tampoco han estado ajenos a esa tendencia, que recrudeció tras el estallido social, sobre todo en la televisión, pero que algo se ha recuperado tras la pandemia, con diferencias bien marcadas entre medios. 2
Estas cifras se han observado frecuentemente en población adulta, pero muy poco sabemos si se observan cifras similares en adolescentes. En esta entrada indagaremos en las noticias de medios y plataformas en qué más (y menos) confían los adolescentes chilenos. Para ello, usaremos las cifras de la encuesta de adolescentes de las regiones Quinta y Metropolitana, realizada en el marco del estudio “Flujos de curatoría informativa en adolescentes”, llevado a cabo por la Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la UAI y financiado por ANID (PLU190014) durante el primer semestre de 2021.
El gráfico exhibe el porcentaje de personas que dice confiar mucho en las noticias que aparecen en cada plataforma. A simple vista, se observa que la confianza en las noticias en medios tradicionales tiende a ser más alta que en las plataformas digitales y por cierto, mayor que en las instituciones, que revisamos en una entrada anterior. Para unos pocos medios, la confianza en las noticias que publican se condice con el uso reportado. Un caso es la televisión. Un 35% de los escolares encuestados dice confiar mucho en las noticias que aparecen en televisión, al mismo tiempo que un porcentaje similar (33%) afirma utilizar este medio casi todos los días o más durante la semana para informarse, como vimos en una entrada anterior. Otro caso es Instagram, que es la plataforma más utilizada como fuente de información y noticias (47% de los escolares entrevistados dice utilizar esa plataforma para informarse casi todos los días o más durante la semana, como describimos acá) y en que un 26% de los adolescentes confía mucho, solo detrás de la televisión, los diarios, revistas y radios en términos de confianza.
En contraste, hay una lista de medios que los adolescentes no utilizan con mucha frecuencia, pero en que sí expresan confianza y viceversa. Un caso interesante ocurre con los diarios y las revistas: 31% de los adolescentes encuestados dice confiar mucho en las noticias que aparecen en los diarios y revistas, al mismo tiempo que son los medios que ellos utilizan con menor frecuencia (4% dice usarlos para informarse casi todos los días o más durante la semana). Algo similar ocurre con las radios: 27% manifiesta mucha confianza en las noticias que en ese medio oyen, al mismo tiempo que es uno de los medios que ellos menos utilizan para informarse (4% dice usarlos para informarse casi todos los días o más durante la semana). En cambio, hay otras plataformas que los jóvenes utilizan con relativa intensidad, como vimos en una entrada anterior, como YouTube, TikTok y WhatsApp, en que 27, 25 y 23%, respectivamente, reportó utilizar para informarse casi todos los días o más y en que los escolares manifiestan escasa confianza en las noticias que ahí se difunden (12, 6 y 8%, respectivamente). Cabe destacar que esta suerte de paradoja surge del análisis agregado de las cifras. A nivel individual, esta paradoja desaparece: los jóvenes tienden a utilizar con más frecuencia los medios y plataformas en que más confían, aunque no podemos saber con estos datos si se informan en tales medios y plataformas y luego confían o viceversa (el clásico problema del huevo o la gallina).
Para tener una idea general acerca de las características de los adolescentes que confían en los medios tradicionales y las plataformas digitales, las agrupamos en indicadores separados, a través de un análisis factorial. El primer indicador agrupa la confianza en las noticias que aparecen en la televisión, los portales de noticias, las radios, los diarios y las revistas y por esa razón, le llamamos confianza en noticias de medios tradicionales.3 Estimamos diferencias estadísticamente significativas por nivel socioeconómico (aquellos con ambos o solo un padre con educación superior tienden a confiar más en las noticias de medios tradicionales) y por dependencia (aquellos que estudian en colegios particulares confían más en estos medios que los estudiantes de colegios particular subvencionados y que establecimientos municipales).
Por otra parte, el segundo indicador agrupa la confianza en las noticias que aparecen en YouTube, Facebook, WhatsApp, Instagram, TikTok y Twitter y por esa razón, le llamamos confianza en noticias de plataformas digitales.4 Estimamos diferencias estadísticamente significativas por género (las mujeres tienden a confiar más en las noticias de plataformas digitales), por nivel socioeconómico (escolares con ambos o solo un padre con educación superior tienden a confiar menos en las noticias que aparecen en plataformas digitales), por curso (los estudiantes de tercero medio tienden a confiar más en las noticias que aparecen en plataformas digitales que los escolares cursando niveles inferiores) y por dependencia (escolares de colegios particulares confían menos en en las noticias de plataformas digitales que los estudiantes de otro tipo de establecimientos).