Estudios

Pandemia y polarización: ¿amenazas a la inmigración?

8/10/2021
Share

En una entrada anterior, revisamos la apertura de las personas en Chile hacia la inmigración y pudimos notar que 46% estaría de acuerdo con ciertos grados de apertura y 54% estaría de acuerdo con fuertes limitaciones a la cantidad de inmigrantes que recibe Chile. Esto significa que las opiniones sobre esta apertura estarían polarizadas.

¿Cuáles son las posibles fuentes de esta polarización? Una de ellas parece ser los ingresos de los hogares. Nuestro análisis estadístico (que se puede revisar en el documento adjunto) muestra que quienes pertenecen al cuartil de ingresos más alto y quienes tienen educación superior son más abiertos a la migración que los grupos socioeconómicos más bajos. En contraste, son los grupos menos privilegiados quienes tienden a adoptar posiciones más restrictivas. El gráfico a continuación muestra cómo se distribuyen las posturas hacia la inmigración según el cuartil de ingresos: mientras que en el cuartil I y II un 32% de los encuestados desea que se permita el ingreso siempre que haya empleos, esta proporción alcanza 42% para el cuartil IV, el más acomodado. El cuartil II es el que concentra más personas a favor de los límites estrictos (54%), comparado con 41% para el cuartil más alto. El cuartil más bajo, a la vez, tiene una proporción levemente menor a favor de límites estrictos (45%) pero, de todos los cuartiles, es el que tiene la mayor proporción a favor de una prohibición absoluta del ingreso: 11%, contrastado con solo 2% en el cuartil más alto.

La polarización entonces surge cuando comparamos las opiniones de las personas del cuartil IV, grupo que mayoritariamente estaría de acuerdo con ciertos grados de apertura (57%), y las de los cuartiles I y II que mayoritariamente es partidario a establecer fuertes limitaciones a la cantidad de inmigrantes que recibe Chile.

La razón tras estas visiones polarizadas puede relacionarse con la concepción de la llegada de población extranjera como una amenaza para la estabilidad financiera de los ciudadanos locales. La población local, al sentirse amenazada por la competencia en recursos que la inmigración supone, por ejemplo, para la posición económica y social, reacciona con hostilidad y prejuicios hacia los inmigrantes. Investigación previa en Chile sugiere que tanto la situación económica personal como nacional están asociadas a opiniones más negativas sobre la inmigración.1 Esto es congruente con la evidencia internacional, la cual señala que la percepción sobre el estado de la economía nacional cumple un rol más importante que la situación económica personal a la hora de explicar el aumento de las opiniones negativas hacia la población inmigrante a nivel individual, tanto en Estados Unidos como en Europa.2

Estas cifras son coherentes con las actitudes hacia la inmigración recogidas en un estudio cualitativo que realizamos en LEAS en mayo de 2021, en que el rechazo a la inmigración aparece más intensamente en los grupos socioeconómicos bajos. En este estudio, varios participantes expresan un deseo de que los esfuerzos gubernamentales se concentren en ayudar primeramente a los nacionales del país:

“Llega gente de otros lados, tienen más beneficios que los propios chilenos, o sea yo no tengo nada en contra de nadie […] pero sí hay más beneficios para las personas que son de afuera que para los propios chilenos, y cada vez se hace más chico porque van llegando personas de Estados Unidos, de Ecuador, de Venezuela, los colombianos, que los peruanos, entonces vamos y vamos Chile acogiendo, acogiendo, acogiendo. Entonces todos creen que Chile es un país de “vamos acogiendo a los demás”. O sea yo no digo que es malo, pero en estas circunstancias deberían parar esto, hace mucho tiempo deberían haberlo hecho, no ahora por la pandemia, deberían hace mucho tiempo haber detenido eso.” (mujer, 40 años, GSE medio-bajo)

 

“La inmigración que está ocurriendo ahora, no puede ser que vengan tantos buses prácticamente sin nada, ni un control sanitario, nada. Sinceramente uno se pasea por Alameda y ya parece las Naciones Unidas prácticamente, no hay un control, no hay nada, nadie toma el peso acá, los derechos humanos se malinterpretan […].” (hombre, 36 años, GSE medio-bajo)

Como se ve en estas citas, los chilenos no se declaran en contra de la inmigración per se, sino de una inmigración descontrolada y que impacte negativamente en las vidas de las personas que ya están en el país. En ese sentido, ciertos segmentos de la opinión pública, en particular, los más desaventajados pueden ver la inmigración como una amenaza al sustento económico, más aún en un contexto de pandemia, recesión económica, y mayor limitación de recursos, que los grupos de más altos ingresos no perciben.

 

Ricardo González T.
Valentina Salvatierra D.
Adolfo Fuentes W.

Para ver en detalle el estudio LEAS "Apertura a la inmigración en tiempos de pandemia", descarga el documento que encontrarás en el recuadro: "RECURSOS".

Notas

  1. González, R., B. Mackenna y E. Muñoz. 2019. “Como quieren en Chile al amigo cuando es forastero: Actitudes de los chilenos hacia la inmigración”. En: Aninat, I. y R. Vergara (eds.), Inmigración en Chile: Una mirada multidimensional. Santiago de Chile: Fondo de Cultura Económica.
  2. Citrin, J., D. P. Green, C. Muste y C. Wong (1997). “Public opinion toward immigration reform: the role of economic motivations”. The Journal of Politics, 59, pp. 858-881.

    Sides, J. & J. Citrin (2007). “European opinion about immigration: the role of identities, interests, and information”. British Journal of Political Science, 37, pp. 477-504.